Chocolate
Soy elianafoodie, cocinera y narradora. Aquí comparto recetas, relatos de viajes y reflexiones sobre empatía, gratitud y diversidad, conectando con quienes buscan inspiración y calidez en cada palabra y plato.
RECETAS CON MEMORIADESCUBRIENDO SABORES
Elianafoodie Eliana Patiño López
10/8/20251 min read


Chocolate con historia
Este sabor tiene nombre, y su historia viene de generación en generación. En mi familia, ya somos la cuarta generación que prepara el chocolate para tomar con ese toque especial que enriquece su sabor.
Para muchos puede parecer curioso, pero con el tiempo entendí que son esos pequeños secretos de abuela —los hacks de antes— los que guardan la magia. En el Valle del Cauca, donde crecí, en muchas casas no se toma el chocolate con leche, sino con agua… o, en mi caso, con agua de panela.
La panela, tan tradicional en mi región de cañaduzales, se convierte en la base perfecta. Cuando el agua de panela está lista, agregamos chocolate amargo, de ese sin azúcar, y lo aliñamos con nuez moscada, clavo y canela. Algunos le ponen una pizca de sal “para engañar la mente”, decía mi abuela, pero yo casi nunca lo hago… ya con esos aromas me parece perfecto.
Para mí, esta bebida sabe a infancia: a mañanas de desayuno con arepa y mantequilla, o con pan, queso cuajada y risas familiares.
Ahora, de adulta, soy más del café, pero un buen chocolate sigue siendo mi antojo en los días fríos, o en esos momentos donde el corazón quiere sonreír mientras lo preparas y lo compartes.
Porque al final, un buen chocolate no solo calienta las manos… también el alma.
