Masitas de amor

Estas masitas son las tradicionales de mi infancia solo que las actualice con el bocadillo y queso.

Elianafoodie

11/5/20251 min read

Hay recetas que no solo se preparan con las manos, sino con el corazón.
En mi casa, las masitas siempre fueron eso: pequeños bocados de cariño que acompañaban los desayunos, las onces o cualquier tarde donde el alma pedía algo dulce y sencillo.

La mezcla era pura intuición y amor: harina, leche, huevo, una pizca de sal y otra de azúcar. Debe quedar espesa, lo suficiente para que al freír forme esa textura dorada y suave por dentro. En casa solíamos acompañarlas con bocadillo y queso… una combinación que todavía me sabe a infancia, a meriendas improvisadas y a risas familiares alrededor de la cocina.

Con los años, estas masitas se convirtieron en un símbolo para mí. Son una receta que viajó conmigo desde la niñez, me abrazó en la adolescencia y me sigue acompañando en la adultez.

Porque hay sabores que crecen con uno, y aunque cambie la vida, siempre vuelven a recordarte de dónde vienes.
Estas son mis masitas de amor: simples, cálidas y eternas.